Es en esta temporada de vientos, que antecede a la de lluvias, en la que los niños y jóvenes se divierten elevando papalotes, los podemos ver en los diferentes barrios y colonias de la ciudad colaborando o compitiendo para llegar más alto; se requiere de ingenio y habilidad para manufacturar y hacer volar uno de estos frágiles aparatos.
Los materiales con que se construyen las estructuras de los papalotes son variados: carrizo, delgados bastones de madera, vara ligera y seca. Los tradicionales y más comunes se hacen con estructura de tiras de carrizo y la vela es de papel de china de vivos colores; se decoran con diseños contrastantes. Para lograr un mejor control del papalote se afianza con tirantes de sedal o ''cáñamo" a la línea principal; y se le agrega una cola o cauda de papel o trapo. Aunque es un placer hacerlos, se pueden adquirir ya terminados.
La posición de los tirantes es básica, pues determina el ángulo de incidencia del viento sobre la vela, cuando es adecuado, hará que el papalote tienda a subir.
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